lunes, 20 de mayo de 2013

11º Capitulo (Siento la tardanza, cuestión de trabajo T-T)


-Nya ¿Estás ahí?-
Intento hablar pero mis palabras no quieren salir, mis labio temblaban al igual que todo mi cuerpo.
-Háblame por favor, necesito saber que estás bien, cariño… Dime algo-
-Ho…Hola-
-Hola mi niña, ¿Cómo estás?-
-No lo sé-Por fin pude hablar, pero no podía evitar las ganas de llorar.
-Me llamarón y, ya se lo que ha pasado-
-Supongo-
-¿Estás llorando?-Su voz estaba tan rota, tan vacía y triste…
-No, aún no-
-No llores por favor, después de unos días sin vernos y hablar, no quiero oírte llorar-
-María, tu…¿Has llorado?-
-Si, mucho-
-¿Por qué?-
-Porque, me dijeron que no saldrías del quirófano y, no podía pensar en no volver abrazarte-
-Quiero que vuelvas, por favor-Mi cara se llena de lágrimas y me tiembla la voz
-Y yo quiero volver, pero solo quedan unos meses para vernos-
-Pero, ¿Y si no llego?-
-Claro que llegarás mi vida, eres una chica muy fuerte y si has salido de esto, sabrás esperarme-
-Aún no me has dicho por qué te has ido-
-Es una sorpresa, estoy muy cerca de algo y si me voy lo perderé todo, perderé mi vida entera-
-No te entiendo-
-Lo entenderás pronto, ya verás como pasa rápido-
Dime algo….¿Qué tal con Kyo?-
-Lo sabes perfectamente-
-Sí, pero, él es la única persona que puede cuidarte como necesitas hasta que vuelva-
-¿En serio?. Pues casi me mata el estar con el-
-Cariño, sé que no lo ha hecho bien, y me ha costado muchísimo que pueda quedarse en el puesto, dale una oportunidad, por favor-
-No quiero estar con el mas….-
-Por favor, hazlo por mí-
-No me hagas esto María… No, esto no-
-¿El qué?-
-Meterte a ti-
-Es la única manera de que aceptes. Te prometo que el solo se dedicará a hacer lo que debe, lo mínimo-
-Una-
-Gracias mi vida.
Te echo de menos-
-Y yo a ti… Demasiado-
-A sí que tú también ¿Eh?-Ríe
-¡Calla!, Eso no quiere decir que no te odie por dejarme-
-No me digas eso-
-¿Y qué te digo?...No deberías de haber llamado-Grito mientras rompo a llorar y cuelgo.
Mi respiración es rápida y aunque quiero no puedo dejar de llorar.
Pensé que si oía su voz me sentiría mejor, pero no puedo evitar sentir odio. ¿Odio? ¿Estás segura que es ese el sentimiento?... No puedo pensar con claridad, ¿Por qué le eh dicho que quiero que vuelva? Realmente no lo quiero… ¿O si?.
Ha sido todo tan horrible, hasta hace un mes no había sentido esto, ¿Por qué ahora afloran tantos sentimientos?... El, ha sido el.
Tiro el teléfono contra la pared y me abrazo a la almohada.
-Nya…¿Estás bien?-Pregunta Tamako preocupada.
-¡Déjame en paz!-
De pronto la puerta se abre, cuando ya creía que no me podía encontrar peor, y el, entró.
-Nya-
-Lo que me faltaba-
-Escúchame por favor, quiero disculparme-
-Menudo show en primera fila le habéis puesto a Tamako eh…-
-A solas-
-No, eres un bicho venenoso, no quiero que te me acerques-
-Vaya, que rencorosa-Rió
-Ah bien, que ahora me vacilas, tu ¿Qué te pasa en la cabeza? ¿Por qué no te operan a ti también? Porque no es normal de verdad, me amargas-
-Bueno, tranquila, estar contigo tampoco es un camino de rosas-

No sé qué es lo que me da fuerzas, pero no puedo evitar levantarme y acercarme a él y pegar golpes en su pecho.
-Eh, eh eh, quieta-
Coge mis manos y me levanta de las costilas hasta ponerme a su altura, pataleo para intentar bajar, pero es inútil.
-Tranquila-Pega su frente a la mía.
-Suéltame-
-No, vamos a hablar-
-No te das cuenta de que te tengo asco-
-Si, pero me importa tanto como tu-
Me baja al suelo y sin pensar golpeo su cara con la mano abierta dejándole la zona roja.
Se lleva la mano a la cara y baja la mirada.
-Al menos, podrías mentir-
-Si, y tú.
Además, ambos sabemos que no nos aguantamos-
-Sí, pero, tu dependes de mi-
-Mira, venía a disculparme, pero, solo te voy a decir que a partir de ahora me limitaré a lo básico, y no me preocuparé de nada mas-
-Estupendo-
Me mira fríamente y se va dando un portazo.

sábado, 27 de abril de 2013

10º Capitulo


No podía mediar palabra, sigo tan, perpleja por todo, y aunque no paran de preguntarme por cómo estoy y demás, apenas puedo centrarme en escuchar lo que me dicen.
Hartos de esperar respuesta, deciden llevarme a planta para ver si me estabilizo y hablo.
Todo está lleno de gente, los pasillos son inmensos y de un blanco cegador.
Me meten en una habitación donde hay otra chica, no tiene muy buena cara, pero eso la verdad es que no me importa.
-Nya, necesito que me digas algo-
Niego con la cabeza y miro con dureza a los ojos de Mashashi.
No puedo creerme que me dejase sola, para luego estar en el quirófano, estoy tan, amargada.
-Sé que estás enfadada, pero si me hablas podré darte una explicación-
-No hace falta, estoy harta de creer en la nada-
-¿En la nada?-
-Sí, a eso que todos llamáis confianza, cuando creo en alguien, ese alguien me falla. Que hipócritas sois todos-No puedo evitar sentir asco y que se refleje en mi cara.
-Vale, ya veo que no podré hacer que cedas.
Mira, te voy a explicar todo lo que tengo que explicarte y ya luego, tu eliges-
-Pero rápido. Y sin palabras raras a ser posible-
-Mira, has tenido un derrame interno, una de las venas principales que va al corazón tuvo una fisura, aún no tenemos los resultados, pero lo que creemos es que iba demasiada sangre en ella. Por ello podían ser los mareos y la mala visión. Durante la operación tuvimos complicaciones y tu corazón falló varias veces, se paró durante unos minutos, pensamos que te habíamos perdido, pero de repente empezó a latir. Te dábamos por muerta, y sinceramente, no pensamos en que fueses a salir-Su voz era dura, pero su mirada solo expresaba miedo.
-Sabías que era probable que muriese ¿Verdad?, por eso no quisiste venir conmigo-
-Exactamente, pero, cuando vi la ambulancia irse, temía que te fueses, y que si lo hubieses echo me sentiría un despojo por haber apartado la mirada y no haber echo nada por ti-
-Claro, y si me hubiese quedado contigo ese cargo se hubiese ido porque te dirías a ti mismo que hiciste lo que pudiste, que al fin y al cabo si no era en ese momento sería poco después-
-¿Qué quieres que te diga?. Vamos, dime que es lo que quieres para dejar de odiarnos a todos, porque estoy muy cansado de tus desprecios, de tus niñatadas, estoy harto de no oír un agradecimiento hacía nadie de ti-
-Quiero morirme-

Se lleva las manos a la cara y cuenta hasta diez en muy baja y sin apartar las manos se sienta junto a la camilla, en un sillón negro de cuero que debía ser para los acompañantes de los ingresados.
-No te das cuenta de que ha sido un p… Un milagro, que no es algo normal-
-Un, milagro.
¿Sabes?, yo quería quedarme con mi baba, pero, ella no quiso dejarme a su lado-
-¿Tu… Baba?-
-Así era como yo llamaba a mi abuela.
Ella me enseñó lo que pasaba, lo que le pasaba a María. Ella me hizo elegir, pero cuando me iba a quedar a su lado, no me dejó.
Vi mi cuerpo, mi pecho abierto….-
-No sé que decir Nya… No sé si, no sé nada. Me dejas sin palabras-
-¿Puedes hacerme un favor?-
-Dime-
-Quiero descansar, ¿Puedes volver mas tarde?-
-Está bien, volveré mas tarde, Kyo vendrá también-
Asiento con la cabeza para que se vaya. Pero la verdad, no tengo ningunas ganas de verle.
Salió de la habitación dejando la puerta cerrada.
Aproveché para echar un ojo a la habitación, para ser un hospital era muy amplia, y la verdad, parecía que habían contraído matrimonio con el blanco, todo era del mismo color, algo que me ponía nerviosa, pero a la vez me relajaba, me recuerda al momento que tuve hace unos minutos con mi abuela.
Al lado derecho de cada camilla había un timbre para urgencias y un sillón como en el que se había sentado Mashashi.
Una televisión típica a monedas y al lado un teléfono,
Junto a la puerta de entrada había otra puerta, la que supongo que será un baño.
Era extraña de distribución, pero me sentía cómoda.
-Siento lo que te ha pasado-Dijo la chica de mi lado con voz débil.
-Em, ya, bueno….-No sé quien estaba peor la verdad-¿Qué te ha pasado a ti?-
-Eh tenido cinco infartos-Sonrió aliviada.
-Vaya…-Me quedé helada, es muy joven…
-Es que, mi madre murió delante de mí y empecé con ansiedad, pero bueno, supongo que, es normal-Se incorporó y recogió su cabello castaño y se puso unas gafas de pasta negra. Me miró fijamente y el alma se me calló a los pies, esos ojos negros tan débiles y tiernos me hicieron sentir algo mal por odiar a mis padres.
-¿Y a ti?-
-Pues aún no se sabe, pero vamos que da igual, me moriré igual-Demasiado brusca eh sido, o al menos eso parece por la cara de horror que tiene.
-Em, bueno no tienes que ser tan negativa-
-Tengo una enfermedad degenerativa, pero vamos que no me importa.
-¿Cómo te llamas?-
-Lo siento…..
Me llamo Tamako, tu Nya ¿Verdad?-
-Si-
Queda un silencio incomoda, apartamos las miradas y cada vez crecía mas la tensión.
-¿Se puede?-Sonó una voz femenina al otro lado de la puerta.
-Adelante-Contestamos a la vez.
-Tengo una llamada para Nya-
-Soy yo-Contesto algo nerviosa.
La enfermera me acerca el teléfono y me quedo mirando con duda hasta que sale de la habitación.
-¿Si?-Pregunto tímida, nerviosa, con miedo…
-Nya, soy María-
Mi corazón se rompe, mi alma me abandona y mis ojos se quedan vacíos.

miércoles, 17 de abril de 2013

9º Capitulo


¿Dónde estoy…?.
Todo es blanco a mí alrededor, no hay nada ni nadie y yo solo llevo un camisón blanco demasiado corto. Camino despacio sin ninguna dificultad, ya no hay dolores ni frustaciones.
Es todo extraño, pero agradable, podría acostumbrarme a vivir así.

-Nya, cielo ¿Qué haces aquí?-Susurra una voz femenina, pero por mas que busco no encuentro, pero en cambio siento un cálido…¿Abrazo?.
-¡¿Quién eres?!-Me alarmo.
-Ya no te acuerdas de mí, es normal, eras muy pequeña-Ríe cariñosamente.
La verdad es que estaba muy cómoda, pero a la vez muy confundida.
-Dime pequeña ¿Por qué estás aquí?-
-No lo sé abuela-
¿Abuela?, ¿Por qué eh dicho eso?....
-Vaya, así que en el fondo sigo en tu memoria-

Detrás de mi aparece una señora mayor, solo le faltaban las alas para ser un ángel, ese cabello rubio y largo, ojos verdes como los prados y una sonrisa que podría ser la cura de la enfermedad mas mortal.
Rodeaba mi cuerpo paralizado y de mis ojos caían lágrimas que no se bien si eran de felicidad o tristeza.
¿Cómo podía haberla olvidado?... A ella que ha sido la madre que nunca tuve.
-Baba, lo siento, yo me olvidé y…-
-No lo sientas  pequeña, no creo que me hallas olvidado, aún me llamas baba e inconscientemente me has llamado.
Eras muy pequeña cuando yo me fui-
-7 años y 9 meses-

Se pone frente a mí y acaricia mi cabeza mientras con otra mano limpia mis lágrimas sin borrar en ningún momento su sonrisa.
-Tu sabes que no es tu momento ¿Verdad?-
-¿Qué quieres decir baba?-
-Tienes que volver a la vida-
-Quieres decir que estoy…-En mi pecho noto una fuerte presión y tiemblo sin control.
-Aún no, pero tienes que querer volver-
-¿Y si no quiero?, ¿Si quiero quedarme contigo?-
-Yo no puedo cambiar tu decisión, pero no la tomes aún, déjame enseñarte algo-
El paisaje cambia de pronto y al ver lo que me muestra me estremezco.
Estoy tumbada en esa cama de operaciones con el pecho abierto, tan pálida que ni la mas pura nieve podría igualarme y una cantidad ingente de sangre.
Los cirujanos gritan algo, o por lo menos eso intuyo por sus gestos, pero no puedo oír lo que dicen

-¿Qué te ha llevado ahí princesa?-
-No estoy segura, quizá mi enfermedad…-Me llevo una mano a la cara.
-Y ¿Ese quieres que sea tu fin?-
-¿Y por qué no abuela? Nadie iba a sentirlo, mamá, papá, María…. Se quitarán un peso de encima-
-Nya…-Me abraza contra su pecho y acaricia mi espalda-No digas esas cosas, hay gente que lo está pasando muy mal por ti en estos momentos-
-Ya, si Kyo, por si pierde el trabajo ¿No?-
-Ese chico te gusta mucho ¿Verdad?-
-Claro que no, y menos después de todo lo que ha hecho-
-¿Qué ha hecho?-
-Intentar sustituir a María-
-Y María ¿Cómo piensas que lo está pasando?-
-Pues… No creo que lo sepa-
-Vamos a comprobarlo.
Esta vez dejaré que escuches todo-
De nuevo el escenario cambia, esta vez una habitación a oscuras.
Un armario pequeño y una cama donde estaba María sentada con las piernas dobladas, los brazos sobre las rodillas y su mirada fijada en un cuadro que no podía ver bien.
Una mirada tan perdida, un rostro tan empapado de lágrimas…
-¿Por qué insistes en llevarte a Nya?-Susurra María con la voz temblorosa-No te vayas por favor, se fuerte. Voy a volver solo por ti, necesito que me esperes-Muerde su labio suavemente y rompe a llorar.
Me duele verla tan triste, y saber que es por mi, me hunde más.
Es tan buena, no merece esto.
De nuevo volvemos al principio, ese lugar, esa nada…
-Dime ¿Qué piensas ahora?-
-Que no voy a volver-
-¿Por qué?-Ahora si… Esa sonrisa desaparece y sus ojos se apagan.
-¿No me quieres contigo baba?-
-Por supuesto que te quiero, pero, yo seguiré como siempre eh estado y esperaré al momento, pero eres como una hija para mí, no te quiero aquí, no de esta manera cariño.
Yo te críe lo que el tiempo me dejó, pero aunque no pude después siempre te eh esperado y lo haré-
-Abuela… Si me quedo ahora evitaré que María vuelta a tener dolores de cabeza por mí, y podré estar contigo-
-Nya, no puedo cambiar tu decisión, pero si puedo decir que yo así no seré feliz-
-No lo entiendo baba-
-¿Recuerdas cómo te trataban tus padres? ¿Cómo nadie te creía?-
-Como olvidar….-
-Pues yo siempre creí lo que decías, y siempre hice lo que pude por ti-
-Lo sé-
-Pues por eso quiero que vuelvas.
Quiero que conozcas la felicidad aunque sea una vez en la vida-
-Pero, yo, no quiero volver, esto es lo que eh querido de siempre.
Y ahora que se que cuando acaba todo te tengo a ti, deseo quedarme mas-
-Nya, piénsalo bien….-
-No voy a pensar nada mas-
-Entonces, ¿Te quedarás conmigo?-
-Si…-
-Pues, te llevaré al otro lado-
Coge mi mano y frente a nosotras una enorme puerta dorada se abre.

-Aún estás a tiempo cielo-Insiste con lágrimas en los ojos.
Doy un paso adelante tirando de ella con la cabeza gacha sin mirar atrás.
“Eh conocido a mucha gente, pero a nadie como tú, y para mi eres como una hermana pequeña, eres lo que mas quierp aunque no me lo tomes en serio”
“Nunca te dejaré sola si me prometes no dejarme sola tu a mi”
“Volveré por ti”
Tantas palabras… Tantas miradas que me hacía sentir incomoda cuando era un presente….
En mi cabeza solo podía ver a María sonriendo, a la poca gente que dijo algo que realmente me ayudaría y… Ese momento en la enfermería con Kyo.
-Adiós cielo, nos volveremos a ver.
Te quiero, no lo olvides-Sonríe mi abuela y besa mi frente mientras suelta mi mano despacio antes de desaparecer-
-¡Baba!, ¿A dónde vas?-
De pronto mis ojos abiertos como platos, jadeo fuertemente y mirando a mi alrededor puedo ver el quirófano.
Eh vuelto, pero ¿Por qué?... Abuela ¿Lo hiciste tu realmente? ¿Fue algo mas que un delirio?...

domingo, 14 de abril de 2013

8º Capitulo (Perdón por la tardanza ando falta de inspiración ^^)


Hacía tiempo que en mi pecho no dolía un sentimiento…. ¿Por qué me siento como si hubiese tenido un desamor?, ese abandono, esa infinita caída a un abismo de dolor….
Camino despacio, con los ojos entrecerrados, lo justo para no tropezarme con nada.

Llegamos al despacho del doctor, un cuarto pequeño pero, parece colocado con la mayor precisión, todo un mural de diplomas y condecoraciones.
Otra pared con las fotos de todos los pacientes que hubo y hay.
Era un sitio, inquietante se podría decir.

-Siéntate Nya por favor-Me invitó mientras se sentaba y cogía de debajo de aquella enorme mesa negra un botiquín-Voy a hacerte unas preguntar y observar la reacción de tu cuerpo durante un rato, despúes te curaré las heridas, ¿Vale?-
-Como quieras-
-Dime ¿Puedes ver bien?-
-No, bueno, es extraño, cuando me desperté pude ver bien, pero después solo los bultos que impedían que tropezase y…. Los ojos de Kyo, podía verlos tan claros como la Luna y el mar-Repito hondo y aprieto los puños sobre mis piernas-¿Por qué solo puedo ver ciertas cosas Mashashi?-
-Bueno, eso es lo que yo tampoco entiendo, pero me quedaré con un no.
Quizá sea la luz que halla, que tu pupila no sea capaz de adaptarse correctamente, no lo sé, deberías verlo todo igual-Sonrió levemente, como si me ocultase algo-¿Te duele algo?-
-Me duele todo-
-Y, ¿Hay algo que sientas que no hallas sentido algo?-
-Si, en el pecho, el lado izquierdo, tengo un dolor extraño, intenso, y, me cuesta respirar, es como si, tuviese menos fuerza… No sé…-
-Hemos acabado.
No quiero que te asustes, pero, debo llamar a una ambulancia y dar orden de que preparen un quirófano, tengo una pequeña sospecha y quizá tengas que operarte-
-¿Qué?-Así me lo suelta, como si no fuese nada….
-No quiero decirte nada hasta que lleguemos y lo compruebe, tu quédate sentada e intenta estar tranquila, no te agites-

Esto cada vez es más raro, en unos días todo es un caos en mi….¿Vida?, se ha ido María y todo se ha vuelto peor aún, aunque yo creí que eso no era posible.
Me sonrío, pero en mi pecho hay un fuerte dolor y no es nada físico, ¿Es posible que tenga miedo?, me cuesta creer algo así cuando nunca lo eh tenido.
-Vámonos, ya está la ambulancia lista-
-¿Ambulancia y todo? Que categoría-
-¿Estás asustada?-

No quería mentirle, pero tampoco decir la verdad, así que me levanto y espero a que salga para seguirle.
-¿Puedes ir sola?-
-Si, tranquilo-Sonrío
-Nunca te ví sonreír tan de seguido ¿Acaso estás contenta?-
-No lo sé-

Es la primera vez que me sentía cómoda con Mashashi, hoy era todo tan extraño, es, como si por primera vez fuese una persona normal, con todo lo que ello implica.
Caminamos por un pasillo largo y estrecho, totalmente blanco y con solo dos puertas del mismo color, era una zona poco transitada, normalmente solo iba la gente muy enferma con el Doctor, el Director y algo del personal.
Llegamos a la calle, solo puedo distinguir las luces de la ambulancia y los chalecos del personal.

-Hola Mashashi, esta es Nya ¿Verdad?-
-Sí, id despacio-
-¿Tu no vienes?-Le miro espantada.
-No Nya, yo debo quedarme hay alguien que podría necesitar mi ayuda y…-
-No voy a ir sola, me niego-Muerdo mi labio inferior eh intento contener las lágrimas-
-Lo siento pequeña, nos veremos pronto-
-¿Y si no vuelto?, Veré a un extraño antes de irme en vez a alguien que conozca, ¿Sabes lo que es eso?, Que vas a saber tú, eres una persona joven, no llegas a los cuarenta  y estas totalmente sano-
-No te enfades-
-Nya, mira, bueno me llamo Alan, y te vamos a cuidar, pero tenemos que irnos, podría ser tarde-
-Esta bien, iré, pero si para algo, recordarás esto mucho tiempo Doctor-

Con ayuda del enfermero monto en la ambulancia y una vez me siento en una camilla echo a llorar aprovechando que nadie prestaba atención y preparaban las vías.

-¿Te encuentras bien?-
-¡¿Eh?!-
-¿Te eh asustado?, lo siento, soy Mery, y voy a cuidar de ti hasta el hospital-
-Pensé que, nada déjalo-Miro a mi alrededor inquieta, todo era tan, horrible, tantas máquinas, mi brazo con dos vías que ni siquiera sabía lo que llevaba…
-Eres muy joven-
-Si…-
-Y guapa-
-Um…-Me pone nerviosa tanto intento de amabilidad….
-Dime, ¿Necesitas algo?-
-No, solo llegar ya-
-No te gusta hablar por lo que veo-
-Vaya, que lista-Sonrío irónicamente.
Quizá no fue amable, pero me ha servido para que me deje en paz.
Cierro los ojos y suspiro hondo, solo puedo ver aquella Luna que me cautivó, ese cielo que guarda tantos secretos y syeños en forma de estrellas.
Espero convertirme en una de ellas cuando muera y comprender que es lo que hace tan grande este pequeño mundo, ver la felicidad y llorar sin dolor.

Demasiado bonito todo….El pecho me duele y me vuelvo a marear, solo puedo escuchar las voces distorsionadas de los enfermeros y sentir como doy un fuerte golpe….



sábado, 6 de abril de 2013

7º Capitulo

Hace frío, no puedo moverme, y aunque con dificultad consigo entreabrir los ojos, todo está tan oscuro…
Miro lentamente a mi alrededor, recuerdo la barandilla que me separa del mar, ese inmenso mar que es el espejo de la Luna esta noche. Levanto la mirada y veo el cielo convertido en un lienzo donde dibujan las estrellas cada noche los sueños, las que recogen los secretos que cubren nuestras vidas.
Intento levantarme, pero mis músculos están agarrotados y me es casi imposible.
Alcanzo la barra y consigo sentarme.
Algo llama mi atención en el suelo, mi cara se vuelve un esquema y un dolor se acentúa en mis pecho. Un pequeño charco de sangre, puedo ver como el rastro llega a mi después de haberme arrastrado para sentarme.
¿Qué ha pasado?, ¿Cuánto llevo aquí desmayada?, y….¿Esa sangre?.
Me llevo las manos a la cara y… Ahora lo entiendo, estuve sangrando por la boca, y, aunque no me pueda ver la cara seguro que tiene un aspecto horroroso.
Cojo aire y consigo levantarme, hecho a andar lentamente e intentando no caer.
Las calles son oscuras, apenas podía ver seis farolas a lo largo de la calle, o eso supongo que son, ya que mi vista está nublada y los ojos aún se me cierran.

¿Y qué voy a hacer ahora?, no sé volver, no sé donde estoy…. Y ese imbécil se ha ido dándole igual.

-¡Oye!-Escucho una voz femenina a la espalda que me asusta y me hace caer.
-Mierda-Susurro.

Se acerca rápidamente y aparta el pelo de mi cara, no puedo distinguir bien su rostro por la penumbra y mi estado.

-Siento haberte asustado.
Tu eres la chica que estuvo esta tarde en el restaurante con ese Kyo, ¿no?-
-¿Y tú quién eres?-
-Soy Nana, la camarera que os atendio-
-Ah, ya….-
-¿Qué te ha pasado?, tienes la cara ensangrentada y estás mas pálida que cuando te ví-
-Estoy bien, solo quiero irme-
-Deja que llame a alguien, no puedes irte así-
-Te eh dicho que estoy bien…-

Apenas me dio tiempo cuando ella había sacado su móvil y marcado un número.

-Kyo, soy Nana, eh encontrado a Nya en el paseo y parece haberle pasado algo….-

¿Kyo?....Ósea que hasta se había entretenido  en conocer a esa chica y darse el teléfono….
Muerdo mi labio fuerte, incluso hasta sangrar, y limpio rápidamente dos lágrimas que caen por mi cara.
-Nya-Llama mi atención mientras saca unos pañuelos de papel del bolso-Me ha dicho que esperemos aquí que viene por ti-
-No quiero verle-
-Estaba muy preocupado por ti-Acerca su mano y limpia suavemente la sangre de mi cara-Oye, entonces Kyo y tu….-
-No, no somos nada tranquila-
-No, lo digo porque, le vi demasiado preocupado-
-Ya, porque se juega su puesto-

Por qué me duele tanto el pecho, por qué no puedo evitar odiarla si ni si quiera la conozco….
-¡Nya!-Escucho la voz de Kyo y casi al instante puedo ver como se echa de rodillas frente a mí y me abraza-Menos mal que estás bien, est…-
-No me toques falso-Le empujo y me incorporó sin recordar el dolor-No me digas que estabas preocupado, porque es mentira, solo esta….-

Tapa mi boca con un dedo y lo desliza hasta coger mi barbilla. Su mirada es tan seria tan penetrante tan, inexplicable.
-Discutiremos esto cuando lleguemos.
Nana, muchas gracias, menos mal que la has encontrado tu-La sonríe y ella le responde.
-A sido un placer poder ayudaros-
-Bueno, ya nos vamos, tengo que llevarla antes de que se preocupen más, adiós-
-Adiós….-Le despide Nana alejándose lentamente.

Hasta yo podía ver que se gustaban, algo que me molesta, quizá porque no entienda como una chica tan aparentemente simpática puede fijarse en alguien como él….
-Vamos, te llevaré a la casa-
-Ve tu delante….-Me daba tanta vergüenza decirle que apenas podía ver y andar.
-¿Por qué?-
-Porque si-
-¿Qué te ha pasado?-
-Ni que te hubiese importado, creo que estabas mas interesado por otra cosa, o mejor dicho, por otra persona-Trago saliva y aprieto mis puños.
-Estás muy confundida, no tienes idea alguna-
Se agacha hasta poner su frente contra la mía, puedo sentir como mis mejillas se acaloran.
-Tienes fiebre, ¿Puedes andar y ver?-
-¿Q..Qué?...Si, claro-
-Mentirosa-
¿Por qué tiene ese rostro tan duro?, ni que el tuviese motivos para estar molesto.
Echo la mirada al suelo e intento fijar la visto, pero me es imposible, tengo miedo, esto era la primera vez que me pasaba, estaba mas débil de lo normal.
-Bueno, si no me lo pides no haré nada por ti-
-¿No?, pues ya podría haber sido antes, porque ya la has cagado, ya es tarde para hacer o no hacer algo-Miro sus ojos con la frialdad que nunca antes lo había hecho, es raro que sus ojos era lo único claro que podía ver.
-Quizá tengas razón-Pasa la lengua rápidamente por sus labio y mira levemente hacía arriba-A partir de ahora todo será diferente-
-Por mi estupendo, que sea como dijiste al principio, estoy harta de darte pena-
-Sí, cosa que no entiendo, porque eres una niña estúpida-
Pasa las manos por su cara y se acerca a mí, respira hondo y me coge en brazos.
-¡Bájame!-
-Es muy tarde y quiero llegar ya, además se que no puedes andar, y ni siquiera puedes verte la punta de la nariz con claridad-
Cerro los ojos y suspiro, no quiero discutir, solo quiero llegar y dormir.

Poso mi cabeza en su hombro, es tan incómodo, se le ve tan enfadado y nervioso, pero sigo sin entender el motivo, al fin y al cabo el a sido quien quiso sacarme.
Aunque ahora mismo, lo que más me duele es no poder echar la vista al mar antes de llegar.
Tras un rato caminando llegamos, el médico y el director estaban esperando.
-Menos mal que la has escontrado-Suspiró el director-Llévatela dentro Masashi, está sangrando y necesitará curas.
Kyo, tu acompáñame a mi despacho-
El doctor me cogió con cuidado y me llevo a la enfermería.
Que cansancio, si esta noche fuese la última no bastaría una sola muerte para descansar.

miércoles, 3 de abril de 2013

6º Capitulo


No recordaba que fuese tan incomoda la libertad…. No pensé que estaría como loca por volver.
Un paseo que parecía no acabar, con un lado lleno de árboles que empiezan a florecer, al otro lado, algo que detiene mi corazón, las vías del tren y de fondo el inmenso mar.
No puedo evitar sonreír, nunca antes había sentido algo tan inmenso dentro de mí.
Hoy puedo decir, que el amor existe y el mío verdadero y que tendrá mi corazón cuando me vaya será ese paisaje, los arboles floreciendo, el mar reflejando la inmensidad del cielo.

-¿Te gusta?-Kyo posa sus manos sobre mis hombros y me mira de reojo con una gran sonrisa.

Era todo muy extraño, no puedo evitar sonrojarme.
Creo, que queda tan bien en este paisaje, ese cabello rubio, esos felinos ojos que parecían un espejo… Y mi corazón, parecía estar vivo por primera vez.

-Sí, es bonito-
-Supongo que tu sabrás apreciarlo mejor.
Bueno, dime, ¿Qué te apetece comer?-
-No lo sé, hace tanto que no como a elección que ya….-
-Bien, entonces vamos a ir a un sitio que me gusta mucho-

Hoy era todo extraño, ¿Por qué es tan diferente?.
Mis ojos se agrían y muerdo mi labio al comprender que es simple ¿Compasión?, no lo tengo claro.
Caminamos a paso ligero, pero suficientemente despacio para fijarme en pequeños detallen, un parque con niños jugando, esa pareja de ancianos entrañable que sienten su amor como el primer beso que se dieron, incluso las farolas del paseo tenían su encanto con ese color amarillento desgastado después de tanto tiempo encerrada.

Llegamos a un restaurante, la fachada llamó mucho mi atención, dos farolillos a cada lado de la puerta, una fachada blanca, ventanales azules  y una pequeña chimenea sobresaliendo por el tejado del mismo color que estos.
-¿Qué es este lugar?-
-Ponen comida española?-

Bajo la mirada y paso la lengua rçaòdamente por mis labios.

-¿Pasa algo?-
-No, tranquilo, entremos-

Su interior es pequeño, luminoso y acogedor, las mesas y sillas parecen colocadas a regla.
Las paredes adornadas por papel de flores discretas, acorde con la estación del año.
Tan cálido y a la vez tan triste el encontrarse aquí….
Tomamos asiento cerca de una ventana, por la que no dejo de mirar para ver el tren pasar y el mar de fondo cuando termina de pasar.

-¿Has comido alguna vez comida española?-
-No, ni siquiera se que podré comer-
-¿Te fías de mí?-
-¿Me queda otra?-
-Nunca tuve una cita tan tirante-Reía.
-¡¿Qué dices?!-

Mi cara se enciende, pero no sé muy bien si era de desagrado, y para colmo no dejaba de reír señalándome.

Una camarera se acercó para tomarnos nota, parecía agradable ya de lejos, aunque nos miraba de forma que me hace pensar que creía algo que no era algo.

-Buenas, ¿Saben que tomarán?-Sonreía.
-Si, tomaremos una sopa de picadillo de primero, media tortilla de patatas para compartir y el postre lo miraremos luego-
-¿Y de beber que les pongo?-
-Yo una cocacola-
-¿Y tu chica?-
-Yo agua, y no soy su chica-Agacho la cabeza enojada.
-Vaya lo siento-Reía-Os vi la típica pareja recién empezando-
-No la hagas caso, es que es muy vergonzosa-

La camarera reía con Kyo y en seguida fue a llevar la comanda.
Aún no me había fijado en la mesa, ese mantel anaranjado, servilletas blancas y platos celestes con dos copas en el centro.
Decidí centrar mi atención en el lugar por no enfadarme mas aún.

-No te enfades tanto, no me extraña que te queden cinco meses con ese humor….-

¿De verdad ha dicho eso y se ha quedado tan tranquilo?. Por qué me sorprendo…. Me estaré confiando demasiado.

Dejo la mirada fija en los suyos sin saber que contestar, contuve la respiración y parpadeé dejando caer dos lágrimas de las que no soy consciente hasta que noto como recorren mis mejillas.
Lo s..-
-Cállate.
-Nya, por favor-
-¿Sabes?, eres peor de lo que pensé, te mofas de mi mierda de suerte porque tu eres un niñato con todo-Apenas puedo continuar hablando, me rasga la garganta y me pongo cada vez mas nerviosa-Ojala no hubieses venido nunca, ¡Vete! Y que vuelva ella….-

Paso las manos por mis ojos y salgo corriendo sin ni siquiera mirar por donde ando y tirando las cosas que llevaba la camarera que nos atendió.

Estúpida, como eh podido….¡Le odio!, es un idiota….

Caigo de rodillas y abro los ojos frente a una barandilla que me separaba del acantilado.

-¿Por qué María….?-Susurro-¿Por qué me dejaste para traérmelo a el?-Lloro cada vez más y apenas puedo respirar.
No, ahora no…..
Jadeo y me tumbo en el suelo intentando no cerrar los ojos.
No por favor….
Intento mantener los ojos abiertos pero…..








domingo, 31 de marzo de 2013

5º Capitulo


Suena la puerta de la enfermería, continuo con los ojos cerrados, las rodillas flexionadas y mi cabeza sobre ellas para esconder mis lágrimas.

-Nya, ¿Puedo entrar?-
-Quiero estar sola-Susurré.

No entendí bien el por qué me preguntó, si entro igual, supongo que era algo retorico para avisarme de que lo iba a hacer.
Pero, tenía miedo, no sé por qué, el me había salvado, el, se había arriesgado a perder el trabajo por mí, pero le tenía mas miedo aún que a Emi.
Finalmente entró, se sentó a mi lado, acarició mi cabeza con la suavidad que solo podía recordar de María, eso hizo que mis lágrimas y todo mi ser se descontrolasen.
Pero estaba tan asustada que solo pude golpearle para que no me tocase, era horrible el cómo me sentía, nunca me pasó, el, solo quería ayudarme, y eso nunca me ha gustado pero….Esto era muy distinto, era un miedo muy extraño.

-Lo siento, no debí tocarte, no es el momento de…-
-No es eso, simplemente odio que me soben, no te creas nada que no es-
-Vamos, relájate por favor-
-¡No!, estoy harta de todo, solo quiero morirme ¡Morirme ya!, por favor-No podía, estaba derrotada, era algo que podía incluso hacerme ser otra, no podía seguir adelante, solo quería el fin, solo quería que todo este sufrimiento acabase de una vez por todas.
Sus brazos me rodearon, despacio, precavido, yo, estaba hundida, y necesitaba algo, o más bien, alguien, y, él era lo más parecido a ese alguien.
Me abracé a él como nunca antes lo había hecho y mi ansiedad creció, mis lágrimas eran cada vez más incontenibles y sus caricias de consolación se trasformaban en hirientes.

-Se que esto es duro, y que puedes creer que la muerte es lo mejor, y quizá para ti lo sea, pero, aún te quedan unos meses, no puedes vivir así lo que te queda-
-No hables, por favor-
-Pero, yo….-
-Solo quiero estar así un rato más, si te parece bien-

Noto como un escalofrío recorre su cuerpo, asiente a la vez que traga saliva y respira hondo. ¿Por qué estaba tan nervios?, quizá el estaba acostumbrado a esto tanto como yo.

Poco a poco los párpados me pesan y se cierran lentamente, aún mas extraño que estar cómoda con él, es la sonrisa con la que finalmente me quedo dormida escuchando sus latidos.

-¿Cuánto lleva dormida?-
-Una hora aproximadamente-
-¿Has podido hablar con ella?-
-No, aún no-

Hablar, ya sabía yo que él no sería diferente al resto del mundo, si venía, algo quería.
-Estoy despierta-Susurró mirando resignada al doctor.
-Mejor.
-Kyo, déjame a solas con ella por favor-

Kyo se levantó despacio y salió dejando la puerta casi cerrada.

-¿Qué tal te encuentras? ¿Te duele algo?-
-Sí, los ojos y los oídos.Sonrio con ironía.
 -Vaya-Por unos momentos quedó conforme con la respuesta hasta que se fijó en mi-Muy graciosa señorita, parece que te ha molestado que te interrumpiese-
-No, la verdad es que me molestas siempre-
-Bueno, no esperaba otra cosa siendo tu.
Túmbate-

Me tumbé sobre la camilla y respiré hondo.
Masashi, el doctor, levantó mi camiseta y empezó a palparme la zona de los pulmones, parecía que le encantaban los cuerpos enfermos, y cuanto más, mejor.
Pero es su trabajo.
-Bueno, parece que estás bien.
Nya, quiero que hablemos de lo ocurrido con Emi-
-No, no me apetece hablar de eso, simplemente ha pasado y punto-
-Tranquila, hoy mismo ha firmado el director su translado-
-¿Qué quieres que te diga exactamente?-
-Lo que pasó-
-Creía que la gente con estudios era inteligente-
-Se que estás nerviosa y que tu actitud defensiva está totalmente justificada-
-Es simple, es un tarado, se le cruzaron los cables y estaba yo, lo pagó conmigo y como con todas se creía que era su juguetito ¿Algo más?-
-Está bien, entonces solo fue uno de sus episodios-
-Exacto.
¿Me puedo ir?, aún no eh comido nada-
-Claro, ve a que te den algo de comer-

Salí de la habitación y cerré la puerta muy despacio, tenía el cuerpo agarrotado, escalofríos constantes recorrían mi cuerpo.

-Nya-
-¡Ah!, ponte un cascabel-Me giré rápido y asustada, vi a Kyo y mis piernas empezaron a temblar.
-No quería asustarte, que sensible-
-Claro, claro, porque lo mas normal es asaltar a alguien por detrás y que no se asuste-
-Eh, tranquila-Ríe y se inclina hasta estar a mi altura-¿Tienes hambre?-
-Si…-
-Pues ven, vamos a hacer algo, pero esto queda entre nosotros-

Coge mi mano y me lleva a mi habitación, una vez dentro cierra con llave y abre el armario.
-¿Qué haces?-
-Vístete que nos vamos-
-¿Nos vamos?, ¿A dónde?-
-Es una sorpresa-

Del armario saca una camiseta de tirantes blanca con un dibujo rojo y negro de un monigote, unas medias de rayas rojas y blancas y un pantalón corto con parches de grupos de música y dibujos. Para calzarme unos zapatos de lolita y un gorro morado con orejas de gato.
-Póntelo-

Le miro sonrojada y sonrío mirando la ropa.

-Si no te importa, me sentiría mas cómoda vistiéndome contigo fuera de la habitación-
-Oh, claro, perdón-

Salió y cerré con llave.
Comencé a vestirme mirándome al espejo, hacía tanto que no podía vestirme así…. Era tan agradable.
Terminé de vestirme y peiné mi pelo, perfilé mis ojos y cogí unas pulseras y colgantes que guardaba.

Abrí la puerta y salí.

-Vaya, te sienta muy bien-
-Bueno….-
-Ahora vamos al patio, saldremos por la puerta de atrás-

Le seguí en silencio, era tan emocionante a la vez de extraño…. Tenía una sensación muy rara, pero no pasará nada por ver cómo va.