sábado, 6 de abril de 2013

7º Capitulo

Hace frío, no puedo moverme, y aunque con dificultad consigo entreabrir los ojos, todo está tan oscuro…
Miro lentamente a mi alrededor, recuerdo la barandilla que me separa del mar, ese inmenso mar que es el espejo de la Luna esta noche. Levanto la mirada y veo el cielo convertido en un lienzo donde dibujan las estrellas cada noche los sueños, las que recogen los secretos que cubren nuestras vidas.
Intento levantarme, pero mis músculos están agarrotados y me es casi imposible.
Alcanzo la barra y consigo sentarme.
Algo llama mi atención en el suelo, mi cara se vuelve un esquema y un dolor se acentúa en mis pecho. Un pequeño charco de sangre, puedo ver como el rastro llega a mi después de haberme arrastrado para sentarme.
¿Qué ha pasado?, ¿Cuánto llevo aquí desmayada?, y….¿Esa sangre?.
Me llevo las manos a la cara y… Ahora lo entiendo, estuve sangrando por la boca, y, aunque no me pueda ver la cara seguro que tiene un aspecto horroroso.
Cojo aire y consigo levantarme, hecho a andar lentamente e intentando no caer.
Las calles son oscuras, apenas podía ver seis farolas a lo largo de la calle, o eso supongo que son, ya que mi vista está nublada y los ojos aún se me cierran.

¿Y qué voy a hacer ahora?, no sé volver, no sé donde estoy…. Y ese imbécil se ha ido dándole igual.

-¡Oye!-Escucho una voz femenina a la espalda que me asusta y me hace caer.
-Mierda-Susurro.

Se acerca rápidamente y aparta el pelo de mi cara, no puedo distinguir bien su rostro por la penumbra y mi estado.

-Siento haberte asustado.
Tu eres la chica que estuvo esta tarde en el restaurante con ese Kyo, ¿no?-
-¿Y tú quién eres?-
-Soy Nana, la camarera que os atendio-
-Ah, ya….-
-¿Qué te ha pasado?, tienes la cara ensangrentada y estás mas pálida que cuando te ví-
-Estoy bien, solo quiero irme-
-Deja que llame a alguien, no puedes irte así-
-Te eh dicho que estoy bien…-

Apenas me dio tiempo cuando ella había sacado su móvil y marcado un número.

-Kyo, soy Nana, eh encontrado a Nya en el paseo y parece haberle pasado algo….-

¿Kyo?....Ósea que hasta se había entretenido  en conocer a esa chica y darse el teléfono….
Muerdo mi labio fuerte, incluso hasta sangrar, y limpio rápidamente dos lágrimas que caen por mi cara.
-Nya-Llama mi atención mientras saca unos pañuelos de papel del bolso-Me ha dicho que esperemos aquí que viene por ti-
-No quiero verle-
-Estaba muy preocupado por ti-Acerca su mano y limpia suavemente la sangre de mi cara-Oye, entonces Kyo y tu….-
-No, no somos nada tranquila-
-No, lo digo porque, le vi demasiado preocupado-
-Ya, porque se juega su puesto-

Por qué me duele tanto el pecho, por qué no puedo evitar odiarla si ni si quiera la conozco….
-¡Nya!-Escucho la voz de Kyo y casi al instante puedo ver como se echa de rodillas frente a mí y me abraza-Menos mal que estás bien, est…-
-No me toques falso-Le empujo y me incorporó sin recordar el dolor-No me digas que estabas preocupado, porque es mentira, solo esta….-

Tapa mi boca con un dedo y lo desliza hasta coger mi barbilla. Su mirada es tan seria tan penetrante tan, inexplicable.
-Discutiremos esto cuando lleguemos.
Nana, muchas gracias, menos mal que la has encontrado tu-La sonríe y ella le responde.
-A sido un placer poder ayudaros-
-Bueno, ya nos vamos, tengo que llevarla antes de que se preocupen más, adiós-
-Adiós….-Le despide Nana alejándose lentamente.

Hasta yo podía ver que se gustaban, algo que me molesta, quizá porque no entienda como una chica tan aparentemente simpática puede fijarse en alguien como él….
-Vamos, te llevaré a la casa-
-Ve tu delante….-Me daba tanta vergüenza decirle que apenas podía ver y andar.
-¿Por qué?-
-Porque si-
-¿Qué te ha pasado?-
-Ni que te hubiese importado, creo que estabas mas interesado por otra cosa, o mejor dicho, por otra persona-Trago saliva y aprieto mis puños.
-Estás muy confundida, no tienes idea alguna-
Se agacha hasta poner su frente contra la mía, puedo sentir como mis mejillas se acaloran.
-Tienes fiebre, ¿Puedes andar y ver?-
-¿Q..Qué?...Si, claro-
-Mentirosa-
¿Por qué tiene ese rostro tan duro?, ni que el tuviese motivos para estar molesto.
Echo la mirada al suelo e intento fijar la visto, pero me es imposible, tengo miedo, esto era la primera vez que me pasaba, estaba mas débil de lo normal.
-Bueno, si no me lo pides no haré nada por ti-
-¿No?, pues ya podría haber sido antes, porque ya la has cagado, ya es tarde para hacer o no hacer algo-Miro sus ojos con la frialdad que nunca antes lo había hecho, es raro que sus ojos era lo único claro que podía ver.
-Quizá tengas razón-Pasa la lengua rápidamente por sus labio y mira levemente hacía arriba-A partir de ahora todo será diferente-
-Por mi estupendo, que sea como dijiste al principio, estoy harta de darte pena-
-Sí, cosa que no entiendo, porque eres una niña estúpida-
Pasa las manos por su cara y se acerca a mí, respira hondo y me coge en brazos.
-¡Bájame!-
-Es muy tarde y quiero llegar ya, además se que no puedes andar, y ni siquiera puedes verte la punta de la nariz con claridad-
Cerro los ojos y suspiro, no quiero discutir, solo quiero llegar y dormir.

Poso mi cabeza en su hombro, es tan incómodo, se le ve tan enfadado y nervioso, pero sigo sin entender el motivo, al fin y al cabo el a sido quien quiso sacarme.
Aunque ahora mismo, lo que más me duele es no poder echar la vista al mar antes de llegar.
Tras un rato caminando llegamos, el médico y el director estaban esperando.
-Menos mal que la has escontrado-Suspiró el director-Llévatela dentro Masashi, está sangrando y necesitará curas.
Kyo, tu acompáñame a mi despacho-
El doctor me cogió con cuidado y me llevo a la enfermería.
Que cansancio, si esta noche fuese la última no bastaría una sola muerte para descansar.

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