Capitulo 1

Como cualquier otra noche fría y estrellada mi corazón late al pensar en un mañana con sol.

Mientras mis ojos se inundan de cristalinas lágrimas y mi rostro dibuja una profunda sonrisa de tristeza.

Es todo lo que tengo una canción de agonía y el frío en la oscuridad.
Quiero cerrar los ojos y descansar…. Descansar y no despertar.

De pronto oigo unos pasos y rápidamente me meto en la cama y cierro los ojos dejando caer las lágrimas acumuladas, al instante alguien llama a mi puerta con suavidad, pero, decido no contestar.

-Nya… Soy María ¿Puedo entrar?-
-Lo harás igual-Susurro

Entra y se sienta en la cama poniendo su cálida mano en mi cabeza.

-¿Estás bien?-
-Siempre estoy bien María-
-Sé que acabas de acostarte, has dejado las cortinas abiertas-
-Eso no quiere decir nada-Quito su mano y me incorporo.
-Tengo algo que decirte-
-¿No puede ser mañana?-
-Mañana será tarde ya-

¿Tarde? Extraño, para María nunca es tarde.

-Si insistes-
-Mañana será mi último día por unos meses, y quería que fueses la primera en….-
-¡¿Qué, Cómo que te vas?!-
-Déjame acabar-
-¡No!, no quiero oír nada más ¡Vete!-

Suspiró y salió de la habitación lentamente.

Se va, María se va…. Pues que bien, que le vaya bien.

Me tumbo y arropo de nuevo y sin siquiera darme cuenta lloro sin cesar hasta quedarme dormida.

A la mañana siguiente me despierto aun con la cara y la almohada mojada y me levanto.

Será mejor que baje antes de que suban a por mí.

Bajo al comedor y ahí está, como todas las mañanas con esa sonrisa que nunca le falta, el mismo reflejo de la felicidad encarnada en una ser humana.

-Nya, ven-Atrajo mi atención.
-Si no me queda otra-
-No refunfuñes y ven conmigo-

Me lleva al patio exterior donde hay una mesa preparada en medio de aquel enorme jardín lleno de flores recién abiertas tras la reciente llegada de la primavera.

-Siéntate conmigo por favor-

Sin protestar tomo asiento y la miro con dureza.

-Sé que esa mirada no es más que la muestra de rabia ante la noticia de anoche-
-Puedes pensar lo que quieras-
-Tu sabes que te quiero como si fueses mi hermana pequeña ¿verdad?-
-Eso dices siempre y no logro entender aun el por qué-
-Cuando tu entraste, yo ya estaba aquí, y nunca, nunca antes vi a alguien como tú, y aunque no lleve tanto aquí… Desgraciadamente eh visto entrar a muchos y… morir a mas-Traga saliva y suspira hondo para poder continuar-Tengo miedo de tener que verte ir a ti también-
-¿Y por eso me abandonas  María?-

Su mirada se clavó en mí y me helé, nunca antes vi esa expresión de…. ¿Cómo describirlo? ¿Odio? ¿Dolor quizá?, no estoy segura, solo sé que aquello fue más de lo que ella podía aguantar, pero no lo quería ver, yo solo... Quería que riese y dijese que era una broma, que no se iría, nunca….

-María perdona-
-¿Eh?, oh Jake, dime, ¿Qué ocurre?-
-Tu sobrino, está aquí-
-¿Sobrino?-Susurré enfadada.
-Que venga por favor-
-Si-
-¿Viene a por ti?-
-No, el será quien ocupe mi lugar-
-Alucino-

De pronto el apareció, ese cabello rubio, ojos azules como el cielo, mirada desafianza y felina, no me iba a gustar convivir con él.

-Kyo cielo, esta es Nya, la chica de la que te hable-Le comentó mientras se acercaba para darle un abrazo.
-Lo eh supuesto, la chica trabajosa-
-Te eh dicho miles de veces que no digas eso-
-¿En serio voy a tragarme a este payaso? ¡Ja!-
-Nya por favor-
-Esto es de locos, solo es un chico “mono” y chulito con aires de grandeza qu….-

Otra vez me falla el cuerpo, me mareo y no respondo oigo mi nombre lejos y no…

-Nya, Nya, despierta por favor, vamos cariño, no te vayas, no ahora, por favor, te lo suplico-

Hace frío apenas puedo oír a María, solo puedo notar algo mojado y cálido en mi mano.

-Nya…-Susurra-Vamos, respira pequeña, te pondrás bien ¿Vale-
-M...María-Consigo susurrar con dificultad.
-Estoy aquí cielo-
-Tía, deberías salir, está muy delicada y necesita descansar-
-No, me quedo con ella hasta que abra los ojos-
-Vete-
-Nya…-
-Vete, no tendré tanta suerte-
-Deja de decir eso-

Cogió mi cuerpo y lo abrazó con fuerza.
No sé qué sentir, y si de verdad, me quiero rendir ahora, si me voy ahora ¿Qué hará ella? ¿De verdad lloraría?...